Con este objetivo diseñamos nuestro itinerario formativo:
“Neurodidáctica”: comenzando por conocer cuáles son los dispositivos que a nivel cerebral hacen posible el aprendizaje.
“Diseño de experiencias de aprendizaje”: de acuerdo al “Rosco del Aprendizaje”, un modelo propio para crear unidades didácticas competenciales respetando el aprendizaje natural del cerebro.
“Concreción curricular”: definiendo los resultados esperados de aprendizaje de acuerdo a la Taxonomía de Bloom.
“Concreción curricular”: definiendo los resultados esperados de aprendizaje de acuerdo a la Taxonomía de Bloom.
“Evaluar para aprender”: porque antes de diseñar tareas y actividades es necesario plantear el proceso evaluativo con la vista puesta en la evaluación formativa, el verdadero motor del aprendizaje.
“Cultura de pensamiento”: aprender a utilizar técnicas específicas para pensar de forma eficaz en el espacio del aula, procedimientos mentales y movimientos metacognitivos que ofrecen al alumnado oportunidades para mejorar la profundización de los contenidos trabajados.
“Aprendizaje cooperativo”: Avanzar desde una cultura de la homogeneidad a la realidad de una clase heterogénea, donde la diversidad es un valor y la cooperación permite mejorar la relaciones fomentando la tolerancia y el respeto intergrupal, resolver conflictos y prevenir conductas disruptivas en el alumnado, y proporciona la oportunidad de comprobar que cooperando se llega más lejos.
Como sabes, La Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE), ayuda a las empresas a incrementar su competitividad bonificando la formación de los trabajadores.
Desde NIUCO queremos ayudarte con el plan formativo de tus empleados, por lo que tanto si la formación que quieres ofrecer se imparte en modalidad presencial o es en modalidad on-line, nuestros cursos son 100% bonificables
Modelos para el aprendizaje activo:
La vida es un proyecto en sí misma y para poder desarrollar nuestras capacidades en un mundo cambiante necesitamos habilidades que nos permitan enfrentar los problemas y ser resolutivos.
El juego es uno de los motivadores intrínsecos del aprendizaje, por ello, generar experiencias propias basadas en la gamificación, diseñar roles, dinámicas, mecánicas y narrativas, colaborarán a garantizar aprendizajes más motivantes y duraderos.
Esta estrategia metodológica permite una atención a la diversidad del aula y al mismo tiempo un aprendizaje entre iguales para los docentes, lo que se traduce en un impacto positivo sobre la individualización de los aprendizajes, respuestas más flexibles a las necesidades y características del alumnado, y por ende, una mejora en el logro de los objetivos, en su rendimiento y sus habilidades sociales.