Mentalidad de crecimiento
The Growth Mindset, o mentalidad de crecimiento en español. Suena casi como otra palabreja de autoayuda que será la nueva clave del éxito. Pero si uno investiga más allá de su superficie descubrirá que no es una mera moda. Verá que la mentalidad de crecimiento se trata de ciencia. Es fruto del trabajo de la psicóloga e investigadora Carol Dweck, quien durante años ha trabajado sobre la psicología del éxito.
Antes de entrar en harina, nos gustaría ofrecer nuestra visión de lo que es el éxito. Desde luego no incluye el tipo de logros como el dinero, coches, amores, premios, etc. Hablamos del éxito de una persona cuando logra las metas que se propone, sean cuales sean. Esto en sí tiene bastante que ver con la mentalidad de crecimiento, de ser la mejor versión de uno mismo aún sin saber exactamente cómo es esa versión, en este sentido entendemos que el éxito tiene más que ver con el proceso, con el camino hacia la meta, que con la meta en sí misma. Y con esta mentalidad veremos que las personas no se conforman con los éxitos logrados, sino que se plantean nuevos objetivos a perseguir alcanzando esa mejor versión de uno mismo en constante crecimiento.
Resumir la mentalidad de crecimiento con una idea simple sería decir que toda persona siempre tiene la capacidad de mejorar o, en otras palabras, de aprender. Dweck centró sus investigaciones iniciales en la inteligencia, pero con el paso del tiempo se dió cuenta de que en realidad cualquier habilidad, aptitud o capacidad, puede mejorar. Y más importante todavía, saber esto ayuda a las personas a afrontar los obstáculos y las dificultades que va encontrando en su camino como una parte más del aprendizaje. Quizás la palabra más significativa en el léxico de una persona podría ser “todavía”. El poder de esta palabra nos recuerda que, a pesar de lo que ocurra, cuando no alcancemos nuestras metas, es “sólo por el momento” y con esfuerzo, práctica, repetición y determinación, se puede lograr. Con esta entrada queremos acercaros a algunos puntos clave de la mentalidad de crecimiento y, sobre todo, cómo fomentarla en el alumnado.
En el trabajo de Mindset, Dweck nos ofrece dos mentalidades que una persona podría tener en un momento dado: una mentalidad fija o una mentalidad de crecimiento. Estas dos mentalidades se pueden caracterizar por las actitudes y creencias que uno posee acerca de los éxitos y los fracasos, o mejor dicho, los errores. Ofrecemos a continuación una tabla con comparando las dos mentalidades ante diferentes situaciones extraídas directamente del trabajo de Dweck:
En NIUCO hemos desarrollado un taller organizado en tres módulos independientes pero que se complementan entre sí, para acercar a los alumnos a las dos mentalidades. De este modo, cada centro puede optar por la modalidad que mejor se adapte a sus intereses y necesidades eligiendo hasta dónde llegar.
En el primer módulo damos a conocer las dos mentalidades haciendo un diagnóstico de cuál de las dos predomina en los alumnos. Basándonos en las preguntas tipo que tiene publicados Dweck en su libro “Mindset”, las hemos adaptado a nivel lingüístico para poder utilizarlas independiente de la edad. Seguidamente reflexionamos sobre las dos mentalidades compartiendo historias de personajes conocidos e historias personales para ver cómo pueden afrontarse los obstáculos que aparecen en diferentes situaciones. Para terminar esta sesión introductoria creamos entre todos un mural en el que los alumnos pueden anotar frases de las dos mentalidades. De este modo tendrán una referencia a frases que pueden decirse a sí mismos e incluso entre ellos, para fomentar una mentalidad de crecimiento, así como frases que deben evitar para no fomentar una mentalidad fija.
El segundo módulo es clave para que los alumnos entiendan el por qué biológico detrás de la mentalidad de crecimiento y cómo aprende el cerebro. Dweck realizó todas las investigaciones con dos grupos de alumnos diferenciados, uno de los grupos recibió formación teórica sobre cómo aprende el cerebro y qué es la mentalidad de crecimiento, mientras que el otro grupo actuó como grupo de control y no recibió ningún tipo de enseñanza previa sobre la materia.
El trabajo que desarrollamos desde Niuco tiene su base teórica en la neurodidáctica, «una disciplina que plantea las cuestiones didácticas y pedagógicas en el proceso de enseñanza-aprendizaje desde los hallazgos del campo de las neurociencias. Siguiendo este planteamiento hemos diseñado actividades multi-sensoriales y dinámicas para que los alumnos recorran sus cerebros aprendiendo fisiología básica y características de su funcionamiento, como la neuroplasticidad que, de hecho, es el fundamento de la mentalidad de crecimiento, y se refiere a la capacidad biológica de nuestro cerebro para cambiar y moldear las redes neuronales que permiten ir definiendo quiénes somos a lo largo de la vida. Estos cambios se producen independientemente de nuestra edad y de nuestras capacidades innatas y es lo que nos permite aprender en cualquier momento de la vida y tener la oportunidad de convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos.
Finalizamos este módulo hablando de un tema de psicología llamado el Efecto Pigmalión, puesto que encontramos muchas similitudes entre este y la mentalidad de crecimiento. El Efecto Pigmalión nos dice que nuestra autoimagen se ve afectada por la imagen que tienen los demás de nosotros, es decir, una persona puede llegar a aceptar que es “tonta” si las personas de su entorno le etiquetan como “tonta”. Si enlazamos esta idea con la de mentalidad de crecimiento e inculcamos en los alumnos que la cuestión no es si son inteligentes o tontos, creativos o no, deportistas o no, sino que todos tenemos siempre la capacidad de mejorar en cualquier ámbito de nuestras vidas. Es cierto que, con el paso del tiempo el nivel de excelencia que podremos alcanzar en algunos aprendizajes estará por debajo del que conseguiríamos si hubiésemos empezado más jóvenes. Pero ésto nos conduce a la idea de la mejor versión de uno mismo. Incluso a los 80 años podríamos enfrentarnos al aprendizaje de un nuevo idioma, siendo conscientes que el dominio que adquiriremos del mismo no será el mismo que de haber empezado a los 16. Este ejemplo sirve para traer a colación el famoso neuromito de los «periodos críticos» del aprendizaje, según el cual existen unos espacios temporales que resultan determinantes para la adquisición de algunos aprendizaje, y que pasado ese tiempo ya no es posible alcanzar dichos aprendizajes. La neurociencia ha demostrado que sería más correcto hablar de «períodos sensibles» para algunos aprendizajes y otros periodos “críticos” de desarrollo cognitivo como es el caso del desarrollo fonológico para el lenguaje, o de la vista, muy ligados a un desarrollo neuro-anatómico durante los primeros meses de vida. Pero por lo general, es importante entender que el cerebro es tremendamente plástico y que con esfuerzo y tiempo podemos aprender y re-codificar los aprendizajes adquiridos a lo largo de nuestras vidas.
En nuestro programa estos dos módulos se ofrecen de manera independiente, aunque consideramos que es muy importante hablar a los alumnos sobre el funcionamiento del cerebro humano para que entiendan qué es la neuro-plasticidad para así acercarles todavía más a una mentalidad de crecimiento. De hecho, recordemos que estos conocimientos son el cimiento de las investigaciones de Dweck.
Y en este punto llegamos al tercer módulo. Esta última fase del programa está inspirada en los planteamientos de “Genius Hour” o el “20% time” que siguen diferentes profesores de EE.UU, y que consiste en ofrecer a los alumnos tiempo y espacio para aprender sobre lo que ellos quieran. Durante cinco sesiones, los alumnos podrán elegir una actividad a la que enfrentarse a lo largo del módulo, les animamos a que elijan alguna actividad que, o bien desconocen, o bien realizan con poca frecuencia, o incluso consideran que “se les de mal”. Con estas premisas, nos aseguramos de vivir momentos de frustración y obstáculos en los que los alumnos pueden fomentar su mentalidad de crecimiento repitiéndose que “todavía no les sale como quieren.” Consideramos que esta estructura genera un contexto idóneo para fomentar una mentalidad de crecimiento dado que se caracteriza por permitir a los alumnos desenvolverse en situaciones autodidactas dentro de su contexto escolar.
Estos tres módulos son producto de un proceso de diseño en el que buscamos una manera de hacer didáctico el trabajo de Dweck. Y queremos destacar que no es más que eso. No es una receta mágica para garantizar el éxito del alumnado. De hecho, manteniendo una mentalidad de crecimiento, podemos ser conscientes de que con cualquier método o programa, habrá dificultades y obstáculos a superar y que en ningún caso llegaremos a la perfección. De eso se trata precisamente esta entrada, no buscamos la perfección, buscamos entregar estrategias al alumnado que les puede ayudar en momentos difíciles a lo largo de sus vidas porque siendo realistas, los van a encontrar. Así queremos acabar con las palabras de Zig Zigla quien señala que “es tu actitud, no tu aptitud, lo que determina tu altitud”.
Para tener más información acerca de nuestro programa visita nuestra página aquí:
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